Premios

Convocatoria del V Premio de Agricultura y Naturación Urbanas

La Fundación Foro Agrario, continuando con su compromiso de promover el desarrollo de la naturación y agricultura urbana, actividad a la que dedica un Observatorio permanente, convoca el V Premio que, tiene carácter internacional: pueden presentarse al mismo trabajos en español realizados en cualquier país del mundo.

La entrega de premios de esta convocatoria, la V del Premio , se realizó en la Jornada sobre Multifuncionalidad de la Naturación Urbana, celebrada el 7 de mayo de 2019 en el Salón de Actos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas (ETSIAAB) de Madrid.

El Presidente de Foro Agrario reflexionó sobre el papel de las mujeres en la historia de la jardinería, cuyo texto recogemos a continuación:

Jardineros y  jardineras. Reflexiones sobre aportaciones de la mujeres a la jardinería y al paisajismo.

«El diccionario de la RAE ofrece 5 acepciones para la palabra jardinero y su femenino jardinera:

1. La persona que por oficio cuida y cultiva un jardín

2. Mujer del jardinero.

3. Mueble o instalación fija para poner plantas de adorno directamente en la tierra o en macetas

La  cuarta  y la quinta se refieren a un carruaje de cuatro ruedas y cuatro asientos, cuya caja suele ser de mimbre y a un coche abierto que llevaban en verano los tranvías.

Estas definiciones  evidencian una  anomalía de género  en el ejercicio  de esta profesión  milenaria,  cuya historia, al menos en que se refiere al desarrollo de jardines en espacios públicos, abiertos y sociales, ha estado dominada por los hombres, como cabría esperar en sociedades  dominadas por ellos y  con grandes prejuicios sobre las mujeres.

En la Biblia, Génesis, se relata como en el Paraíso Terrenal o Jardín del Edén, Eva, la primera mujer, es la inductora de la perdición y de la expulsión de la pareja y sus descendientes de aquel mítico Jardín creado y puesto a disposición de los hombres por Dios.

Este vínculo del jardín con la divinidad ha sido una constante en la historia.

La mujer durante miles de años estuvo acompañada del estigma descrito en la Biblia, relegando su papel a regidora domestica de la jardinería de su casa o de su mansión lejos de la decisiones que afectaban a la construcción de espacios públicos de ocio, donde los hombres filosofaban, negociaban o acordaban con otros hombres y en algunos casos ofrecían su construcción a sus mujeres amadas como un signo de su devoción.

Sin embargo ha habido excepciones a esta regla, que han protagonizadas mujeres que detentaron el poder para intervenir de una manera activa en estos asuntos.

Aunque con menos antigüedad que la agricultura, puesto el cultivo de plantas para la alimentación se remonta a 10 milenios en la historia, las primeras evidencias de jardines ornamentales se encuentran en las pinturas de las tumbas egipcias construidas sobre el año 1.500 antes de Cristo.

Y curiosamente, y esta es una de las excepciones que pretendemos resaltar,  el jardín egipcio más espectacular del que esas pinturas dan cuenta,  se debió  a la iniciativa de  una mujer,  Hatshepsut, reina-faraón de la dinastía XVIII de Egipto bajo cuyo mandato se construyó el templo conocido como Djeser-Djeseru «La maravilla de las maravillas», cuya gran rampa central, estaba rodeada por jardines de plantas exóticas, tales como árboles de olíbano(Boswellia hurifera) y mirra (Commiphora myrrha).

La Reina- Faraón Hatshepsut

En el siglo VI antes de Cristo, los Jardines Colgantes de Babilonia, que ordenara construir Nabucodonosor II como muestra de amor hacia su esposa Amytis, fueron considerados como una de las siete maravillas del mundo antiguo.

Si bien es esta la historia más verosímil y oficial de esta maravilla del mundo antiguo, existe otra leyenda que atribuye su construcción a la mítica reina Sammuramat, Semiramís  para los griegos,   anticipando  su construcción al siglo IX antes de Cristo.

Pintura idealizada del Siglo XVI de los Jardines Colgantes . Fuente Wikimedia commons

La tendencia constructiva de jardines del Oriente próximo pasó a la Grecia post-Alejandro.

Teofrasto, al que se considera el padre de la botánica por su obra “Sistema naturae”, la primera clasificación sistemática de las plantas basada en sus propiedades médicas, parece que recibió en herencia un jardín de Aristóteles.

Este filósofo peripatético, coetáneo y amigo de Aristóteles, que en realidad se llamaba Tirtamo,  se formó en la academia de Platón. Sucedió a Aristóteles en el Liceo y al gran maestro de la “lógica” le debía su apodo como reconocimiento a la gracia de sus disertaciones.

La afición por los jardines fue llevada a Roma por Lucio Licinio Lúculo, quien buscó consuelo en las artes y en las satisfacciones del ocio al retirarse de la vida política.

Se construyó una espectacular mansión en el monte Pincio (de la cual hoy sólo se conservan los llamados Horti Luculliani, como parte de la Villa Borguese).

Los frescos salvados en la Pompeya sepultada por las cenizas volcánicas del Vesubio, atestiguan que los romanos más acaudalados construyeron en sus villas inmensos jardines y fuentes,  muchas de cuyas ruinas se pueden ver todavía, como es el caso de la villa del Emperador Adriano en Tívoli, construida en el siglo segundo de nuestra era.

En estos jardines eran corrientes las especies arbóreas como el boj, el ciprés,  el plátano, el pino, la acacia y el laurel, arbustos como el mirto y el acanto y flores como la rosa, el narciso, el gladiolo, la margarita, el iris y la violeta.  También se utilizaban flores para cosmética y perfumería y se cultivaban plantas medicinales, para su uso en farmacopea.​

Después del siglo IV, Bizancio y, a partir del siglo VIII, los árabes de Al Ándalus elevaron la jardinería a un alto nivel.

El jardín para el Islam es la representación terrenal del paraíso que el Corán promete a sus fieles: en ellos el agua que discurre por acequias y fluye en fuentes posibilitando un ambiente agradable y el riego de las plantas y árboles frutales que flanquean los circuitos hidráulicos, tiene un papel fundamental.

Los jardines de la Alhambra y el Generalife en Granada y el Patio de los Naranjos en la Mezquita de Córdoba son ejemplos de este tipo de jardines.


En  China el arte de la jardinería se desarrolló igualmente, pero con una finalidad y concepción diferente: la visión de un jardín como lugar de aislamiento y contemplación de los elementos naturales, la tierra y el agua, conceptos fundamentales del Tao.

En Japón se desarrollaron con un estilo propio, creándose como aristocráticos paisajes minimalistas denominados taukiyama y, paralelamente, como austeros jardines Zen en los templos, los hiraniwa; aunque ambos tipos incorporaron elementos de los jardines chinos.

En el siglo XIII, la jardinería resurgió en Europa en Languedoc  y en la  Ille de France y a comienzos del Renacimiento surgieron los jardines de estilo italiano donde, en detrimento de las flores se utilizaba especies de arbustos como el boj y el mirto o arrayan, consiguiéndose, con podas adecuadas, formas variadas y singulares.

En el siglo XVI cabe destacar el papel de Catalina de Médecis que habiendo enviudado de Enrique II y siendo Regente de su hijo Francisco II de quince años, realizó entre otros importantes proyectos urbanísticos, un magnífico jardín en el Châuteau de Chenonceau  justo en el  lado contrario del que había disfrutado la amante de su difunto consorte, Diana de Poitiers.

Jardín de la Reina Regente Catalina de Médecis

En este siglo, la Corona española construyó los primeros espacios públicos, jardines o parques arbolados destinados al paseo a pie y en coches de caballos, siendo el más antiguo conservado el de la Alameda de Hércules de Sevilla (1574).

La Alameda de Hércules en Sevilla

El posterior desarrollo de la Jardinería en Europa se produjo, tanto en los Palacios de las cortes reales como en los espacios públicos, con un impulso notable durante el Romanticismo, sin que las mujeres mejorasen de forma significativa  su  rol en su estudio y conocimiento, promoción, diseño y gestión.

En este periodo, y por lo que   respecta a nuestro país, cabe señalar  como excepción la figura de María Josefa de Pimentel, Marquesa de Osuna, para la que su marido Pedro Téllez-Girón adquirió en Madrid, en la ahora denominada  Alameda de Osuna, un predio de unas 14 ha, en donde  fijaron su residencia desde 1784  siendo la impulsora de la creación del Parque del Capricho desde finales del siglo XVIII. 

El Capricho ofrece tres estilos diferentes de jardines: el parterre o jardín francés, el paisaje inglés y el giardino italiano.

El siglo XIX trajo en jardinería un conjunto  de modelos  históricos; junto con el  romántico jardín de estilo campestre, la mosaicultura, que consistía en crear dibujos de variados diseños con flores y plantas y el modernismo español, que surge espléndidamente en Cataluña representado por el arquitecto Antoni Gaudí.

En este contexto de renovación y a partir de la segunda mitad del siglo XIX, fue cuando la situación cambia y aparecen figuras señeras de mujeres que tuvieron una gran importancia en la jardinería y en el paisajismo.

Sin ánimo de ser exhaustivos cabe citar las figuras de:

  • Katherine Olivia «Kate» Sessions (8 de noviembre de 1857 – 24 de marzo de 1940) fue una botánica norteamericana, dedicada a la horticultura y a la arquitectura paisajista. Es conocida como la Madre del Parque Balboa de San Diego. Es el parque urbano más grande de Estados Unidos y está situado en una reserva desde 1835, así como  uno de los lugares más antiguos de los Estados Unidos dedicado al uso recreativo público.
  • Gertrude Jekyll (29 de noviembre de 1843-8 de diciembre de 1932) fue una influyente jardinera, taxónoma, paisajista, artista y escritora inglesa. Creó y diseñó más de cuatrocientos jardines en el Reino Unido, Europa y Estados Unidos, y escribió más de mil artículos​ para  Country Life magazin, The Garden y otras revistas. Jekyll ha sido descrita como «una primerísima influencia en el diseño de jardines» por entusiastas estaunidenses  e ingleses de la jardinería.
Gertrude Jekyll Fuente: Wikimedia Commons
  • Nellie Beatrice Osborn (Cameron ,Missouri, Estados Unidos) 23 de octubre de 1874- 25 de diciembre 1961) fue una arquitecta paisajista. Pionera en el diseño de los jardines de nudo en su país y especialista en diseño de paisaje residencial.
  • Beatrix Jones Farrand (* 19 de junio de 1872 en Nueva York EEUU; † 28 de febrero de 1959 Mound Desert Island) fue una paisajista estadounidense paisajista estadounidense. Se definía como una jardinera del paisaje que pasó a paisajista.
  • Victoria Mary Sackville-WestCH, la Honorable señora Nicolson (Knole House, en SevenoaksKent9 de marzo de 1892 – Castillo de Sissinghurst, Kent; 2 de junio de 1962), conocida como Vita Sackville-West, fue una poetisa, novelista y diseñadora de jardines inglesa. Su largo poema narrativo La Tierra ganó el  Premio Hawthorden en 1927. Lo ganó una vez más en 1933 con sus Collected Poems, y sigue siendo  la única persona que ha ganado el premio dos veces. Ayudó a crear su propio jardín en Sissinghurst, Kent, que proporciona el telón de fondo al del mismo nombre.

Todas ellas con otros muchos hombres y mujeres, han aportado y aportaran  su inteligencia, sus conocimientos y su especial sensibilidad al desarrollo de unas disciplinas que son fundamentales para el futuro de una humanidad cada vez más necesitada de espacios que impulsen nuestros actos de fe (*)en el porvenir.

El siglo XX introdujo la jardinería en la planificación urbanística de las ciudades, continuando con la creación de nuevos   jardines botánicos tras los creados en la época de la Ilustración.

Precursores de los jardines botánicos  habían sido los huertos medicinales de monasterios y conventos medievales. En el Renacimiento se asociaron a las facultades de medicina de las Universidades. La evolución culminaría en el siglo XVIII, momento en que se fundan muchos de  los jardines botánicos europeos.

Actualmente hay más de 3.000 jardines botánicos en el mundo cuya principal misión es la conservación de las plantas, la investigación y la divulgación científica. Muchos de ellos conservan auténticas joyas del mundo vegetal y son centros de referencia para el estudio de plantas y hongos.

8 de marzo de 2019.

(*) “La jardinería es un acto de fe en el porvenir”. Teodor Ceric (Heterónimo de Martella). Jardines en tiempos de guerra. 

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